Esta vez nos reunimos Llinares y yo en mi casa… a no…Dani también vino.
Y es que a Dani (digamos en general, a “el fútbol”) le pasó factura esta timba, pues no ganó ni un solo partido. Sí, ni uno solo. Esta vez se trajo su mando de casa y todo, vamos que parece ser que aspiraba a todo en una timba en la que no tuvo lugar prácticamente.
Parecía sorprendente pero Mou estuvo increíble empezando la timba con dos victorias, la primera ante el Llinares ganando por 3-0, luego Dani fue la siguiente víctima por un 3-1.
Tras estos sucesos Llinares se despertó del coma y gano dos partidos seguidos.
Antes de la gran partida de desempate Julian Ross, quiero decir, Dani, ohh…perdón “el fútbol” se tuvo que ir a casa, para poder llegar y desahogarse a lloros… porque aquello fue para llorar. Esa tarde “el fútbol” perdió, una triste noticia para todos los aficionados.
En el partido final de la timba alcancé un 2-0 en la primera parte y en la segunda la puta suerte se sentó al lado del Llinares y se le pito un penalti fuera del área, que en la repetición se apreció que no era, pero no hubo nada que hacer, balón al centro que el portero alcanza a tocar con el pie per termina introduciéndose el esférico en el fondo de la portería. Al minuto de este desenlace vino el 2-2.
Me vine un poco abajo por un minuto pero seguí dando juego y centrado para no perder aquella timba que al final cayó de nuevo para el Llinares ganándome por 2-4 en aquel partido. ¡Enhorabuena cabrón! ;P